jueves, 13 de junio de 2013

Libélula.

Símbolo del sentido del yo que viene con la madurez. Que representa la renovación, las fuerzas positivas y el poder de la vida. Un par de libélulas se cree que es un símbolo de amor. El simbolismo de una libélula se asocia con la buena suerte, prosperidad, rapidez, fuerza, paz, pureza y armonía. Estos significados simbólicos de una libélula son populares, concretamente, con los japoneses y los nativos americanos. En la pintura japonesa, libélulas representan una nueva luz y la alegría. Libélulas ayudará a ver a través de su ilusión y permitir que su luz propia para brillar en una nueva visión. Ellos nos recuerdan que debemos prestar atención a nuestros pensamientos y deseos más profundos. Se consideran como un símbolo de fuerza, felicidad y valentía. A menudo se menciona en la literatura japonesa y el arte, especialmente el haiku. 

Para algunos nativos americanos, las libélulas son las almas de los muertos. 


Una libélula vive una vida muy corta y que trata de vivir a plenitud con lo que tiene. Creo que esta es la lección más grande para todos nosotros. Debemos tratar de disfrutar cada momento de la vida con lo que tenemos.



martes, 11 de junio de 2013

Stupidman.

Primero me viste. Reconozcamos que tu solo querías jugar. Yo también quería jugar, pero en otra liga diferente. Tu querías jugar entre mis faldas y yo con tu boca. Querías jugar a no sentir nada, a cambiar de bando, a no amar. Yo no sabía a lo que jugaba, ingenua de mi que con tus piropos, con tu linda boca acabaste enamorándome. Jugué, jugamos, nos divertimos, pero para ti solo fue eso, un juego. Para mi ya eras algo diferente, no eras alguien con quien jugar en la cama. Eras mi hombre, todo lo que deseaba. Pero ahí estaba esa espina que no me dejaba amar, esa que aun estaba clavada. Y no la sacaste para seguir jugando, seguiste hundiéndola, más y más. Hasta que ya se hizo insoportable. Cuando me querías, me tenías y cuando no...también. Pero bendito orgullo, ese que me salvó de entrar en tu cama, de caer en las profundidades de tus ojos verdes y ahogarme en sus oscuras profundidades verdes. Tu fuiste mi dolor y a la vez mi salvación. Acabaste con mis ganas de jugar y vaciaste mi corazón para que se pudiese volver a llenar. Pero algo seguimos teniendo en común, ese pensamiento, esa creencia de que como más guapa está una princesa, es desnuda.
Desaparecías a tu antojo, claro, cuando ya tienes un juguete tan solo juegas cuando es nuevo y luego, lo vas cambiando. Aunque nunca lo abandones del todo. Lo malo de escogerme como juguete es que no estaba inanimada. Ese fue tu error. Creerme tuya.  Mientras tu jugabas con otras, yo me enamoraba de otro. Al final, después de meses decidiste volver y que sorpresa al ver que tu primer juguete, tu juguete favorito, ahora era de otro.

Atentemente, tu princesa desnuda .

Recuerdo...

Recuerdo, recuerdo que me gustaba tu nombre. Sonreía cada vez que lo escuchaba, aunque fuese de los labios de otra. Suelo recordar que te amaba. Ahora, ahora tan siquiera recuerdo tu nombre...